No quisiera empezar este post sin antes agradeceros de todo corazón a los que pudisteis venir a la presentación de este sábado. Y a los que no pudisteis, ojalá sí os sea posible para la que tendrá lugar en La Casa del Libro de Gran Vía (Madrid) el próximo martes 29 de marzo a las 19:30, y en la que ya sabéis que contaremos con un lujo como es la colaboración de Fernando Cámara. Sin embargo, he de aclarar que también para la presentación en Estudio en Escarlata tuvimos la suerte de contar con un lujo. No, no fue la actuación que tanto publicitamos y que, por desgracia, tuvimos que suspenderse por motivos completamente ajenos a nosotros: nos referimos a la presencia del escritor David G. Panadero, quien viéndonos algo atribulados ante este inesperado percance, se ofreció amablemente a co-presentar el libro con Pily B. Y superó todas mis expectativas, dicho sea de paso, improvisando de una manera asombrosa.
Fue una tarde de lo más agradable y (espero) interesante. Además, e independientemente de que las dimensiones del local no fueran excesivamente grandes, para mi sorpresa hubo lleno total, con asistentes que incluso tuvieron que sentarse en las escaleras que bajaban al espacio donde tuvo lugar el acto. Reconozco un poco (un mucho) de nervios al principio, pero que se fueron asentando según iban pasando los minutos. Y así, entre unas cosas y otras, entre preguntas de Pily y David y otras del público, fuimos viendo de qué iba esto de los Cuerpos descosidos... eso sí, sin desvelar demasiado de la trama. Parecía imposible, pero ocurrió. Gracias a todos por la experiencia: es tan nuestra como vuestra.
Con mi editora Pily B.
El gran David G. Panadero nos asombró con su capacidad de improvisación.
Junto a mi admirado Fernando Cámara, ya a la salida.
Y desde aquí, le deseo LO MEJOR Y EL GRAN ÉXITO QUE MERECE este gran autor, mejor amigo, bellísima persona y alma.
ResponderEliminarY pido disculpas or todo el daño o confusión que pudiera causar mi falta de asistencia el sábado 12 en la Librería Estudio en Escarlata.
Ni la Librería, ni el autor ni la editorial tuvieron nada que ver.
Fue un tremendo error por mi parte por causas personales muy dolorosas , que asumo y solo espero poder solucionar en algún momento.
Y desde aquí, asumo toda la responsabilidad del fallo del sábado que, gracias a la gran profesionalidad de Javier, Pily, David y todos los presentes, sacaron adelante.
Un gran libro que no puede faltar en ningún sillón de lectura.
Mis disculpas otra vez.
AA